Como sabemos, BIM es una metodología basada en software y programación. Estos campos, que abrieron la puerta a todo su potencial, también le han planteado grandes retos y dolores de cabeza. Mencionaremos los más importantes y complejos:

  • Interoperabilidad: Muchos fabricantes diseñan programas para cada fase del ciclo de vida de la construcción, basados en lenguajes, estándares y funcionalidades completamente diferentes. BIM evoluciona y este ecosistema se hace más extenso, una auténtica “torre de Babel”.

Ecosistema de integraciones de software con Autodesk BIM 360*

  • Protección de datos: intercambiar archivos con terceros es problemático por muchas razones, hay información que puede ser aprovechada por manos inescrupulosas, que es innecesaria para otros actores o que es solo para consumo interno de nuestra empresa. En los tiempos del CAD esto se resolvía fácilmente exportando todo en formato PDF, ¿pero ahora?
  • Trazabilidad: toda la información de un proyecto debe viajar sin interrupción desde el principio hasta el del fin de su ciclo de vida, y esta condición es necesaria no solo para la metodología BIM sino para todos los sistemas de gestión de la calidad. Por algo la Organización Internacional para la Estandarización (ISO 9001:2008) incluye el término en su International Vocabulary of Basic and General Terms in Metrology.
  • Gestión de activos: en BIM cada elemento que será parte de un edificio es considerado un “activo” (asset). Por tanto, uno de los aspectos centrales de la metodología es la gestión, administración y seguimiento de estos elementos, independientemente del programa en que fueron modelados y de la forma en que fueron exportados a otros durante el ciclo de vida de la construcción.

Es sobre estos problemas donde justamente las “Clases Fundamentales de la Industria” (IFC) se enfocan para ofrecer una solución.

Un ¿formato? para unirlos a todos

IFC es un estándar internacional abierto desarrollado por BuildingSMART, una comunidad international que “lidera la transformación digital al permitir una mejor colaboración y flujos de trabajo digitales a través de las soluciones y los estándares que ofrece”**.

La filosofía de trabajo de BuildingSMART se basa en el reconocimiento de tres situaciones a mejorar en la metodología BIM:

  1. Los flujos de trabajo como procesos medulares en la colaboración y comunicación en todas las fases de proyecto y el ciclo de vida de los activos digitales, y que son críticos en proyectos que involucran muchas disciplinas, aplicaciones de software y organizaciones que deben colaborar e intercambiar información.
  2. La necesidad de estándares internacionales interoperables y abiertos para BIM que trasciendan las fases tradicionales de diseño y construcción para permitir un entorno digital integral para todo el proyecto y el ciclo de vida de los activos.
  3. El intercambio de información a lo largo del ciclo de vida del proyecto o activo. Al romper los silos de información, los usuarios finales pueden colaborar y cooperar mejor, independientemente de la aplicación de software que estén utilizando.

BuildingSMART Internacional trabaja en el desarrollo, la creación y la adopción de estándares digitales abiertos para flujos de trabajo productivos. Su núcleo técnico son las Industry Foundation Classes (IFC), o “Clases Fundamentales de la Industria”, estándar que obtuvo la certificación ISO en 2013. En palabras de sus creadores, el estándard IFC

…es una descripción digital estandarizada de la industria de activos construidos. Es un estándar internacional abierto (ISO 16739-1:2018) y promueve capacidades utilizables independientes del proveedor o agnósticas en una amplia gama de dispositivos de hardware, plataformas de software e interfaces para muchos casos de uso diferentes***

Es importante aclarar que IFC es un estándar, al igual que otros desarrollados por BuildingSMART y menos utilizados hoy día como las “Especificaciones de entrega de información” (IDS), el “Formato de colaboración BIM” (BCF) o el “Manual de Entrega de Información (IDM)”. Es decir, lo que conocemos como IFC no es un formato sino una derivación de ese estándar en un esquema de organización bajo el cual es posible generar un tipo de archivo (.IFC, aunque existen otros formatos como .JSON, .XML o .SPF también de uso frecuente a efectos de interoperabilidad y transmisión de datos) que contiene tanto la geometría como los parámetros y metadata de todos los elementos de un modelo.

Más específicamente, el esquema IFC es un modelo de datos estandarizado que codifica de manera lógica la identidad y la semántica de los elementos de un modelo (nombre, GUID, tipo de objeto o función), sus características o atributos (como material, color y propiedades térmicas) y relaciones (incluyendo ubicaciones, conexiones y propiedades de objetos como columnas o losas), pero también conceptos abstractos (como desempeño, costos), procesos (instalación, operaciones), y personas (propietarios, diseñadores, contratistas, proveedores, etc.).****

Así, este formato se convierte en una versión “congelada” de un modelo o cualquier otra información de proyecto en un momento dado, y sus funciones principales son “archivar” estos datos de forma estática cuando son exportados y “traducir” las categorías, elementos, parámetros u otra información en “clases fundamentales”, es decir, un sistema de organización universal compatible con diversos estándares y criterios de clasificación de activos de la construcción, todos esos extraños parámetros que observamos cuando abrimos un archivo IFC en cualquier programa BIM.

La confusión más habitual es entender IFC como un formato de intercambio, lo cual ha generado algunos malentendidos y usos inapropiados de este formato. Recapitulando, IFC es un esquema de datos cuya función es permitir que distintos programas puedan acceder de igual forma a la misma información, que permanece estática o “archivada” en este formato, razón por la cual no es manipulable. Y la forma en que lo hace es trasvasando la información a un sistema de clasificación con criterio de universalidad, garantizando la interoperabilidad, protección de los datos, trazabilidad y gestión de la información. Como el esperanto, es un “idioma” diseñado para que todos los “lenguajes” de software BIM puedan entender lo mismo. O sea, no es un traductor.

En el próximo avance hablaremos con más detalle sobre la mecánica, operación y casos de uso de este formato.


(*) https://adsknews.autodesk.com/news/bim-360-highlights-year-of-innovation-in-construction-project-management-whats-next/bim-360-integrations-infographic-2

(**) https://www.buildingsmart.org/about/what-we-do/

(***) https://www.buildingsmart.org/standards/bsi-standards/industry-foundation-classes/

(****) https://technical.buildingsmart.org/standards/ifc

 

Créditos

Juan Pantin


Arquitecto y consultor BIM.
Docente de la cátedra Formación BIM en la Universidad de Palermo.
Profesional certificado Autodesk.